El protagonista de la tercera jornada de Madrid Fusión, la segunda en sesión completa, no ha sido el más creativo de entre los grandes chefs, ni siquiera la última y más revolucionaria de sus técnicas o declaraciones, sino un hongo rugoso, claro de color y no muy estético, pero que se vendió al mejor postor por 8.600 euros (aproximadamente $138,000 pesos).
La trufa blanca, la variedad más infrecuente del preciado alimento, fue donada a Madrid Fusión por el restaurante Asti, de la provincia piamontesa de idéntico nombre, y adquirida en la subasta por Javier Moro, director comercial de Bodegas Emilio Moro, tras una intensa pugna con Grandes Pagos de Olivares, la otra entidad pujante.
El denominado oro blanco y su hermana la trufa negra, que se vendió en subasta a 2.000 euros, adquieren, si cabe, un valor mayor en esta temporada en la que las heladas han impedido la recolección de ejemplares de tal porte y calidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario